La cercanía entre los bebés y los ancianos, más allá de las apariencias.
Si los unos inspiran ternura, instinto de protección ante el que está más débil, los otros…pues también.
La idea vino a verme esperando tanda en el médico de cabecera, al ver el tratamiento que la doctora le daba al viejecito al despedirse: «cuídese mucho, me alegro mucho de verle, tiene usted muy buen aspecto…» instantánea que seguramente nos sea familiar a muchos de nosotros.
El resto, los del medio, deberíamos de tratarnos con más piedad, comprensión, obviando nuestra educación en la competitividad, en el «cada palo, que aguante su vela». Si en lo que vivimos, es realmente en una sociedad y en no una amalgama de intereses, que se haga notar. No podemos vivir en una comunidad esperando extraer todos sus beneficios pero sin entregar nada a cambio.
Veamonos como niños o ancianos, porque así somos frente a una vida cada vez más hostil: crisis, desempleo, desprotección social, miedo al diferente, miedo al inmigrante, miedo, miedo y más miedo; miedo que atenaza y que, al igual que una sociedad, reclama sus sacrificios, pero sin réditos a cambio.
Hala ya os dejo seguir viendo el Madrid-Barça
Memorias de un hombre deslocalizado 
Reivindicar el trato humano. Quién habla de miedo?. Hay algo más tierno?.
Vaya reflexión!!
non podo estar máis de acordo, hai que ver cómo lles cambia a cara aos maiores cando os tratas con amabilidade, e que pouco custa!!
O que trato de expresar é, que iso mesmo, debería servir pra todos, non so para os velliños. Tamén a non cambiarianos a cara 🙂
Un saúdo Rosa, e gracias por comentar!
Yo creo que nuestros mayores están disfrutando de una calidad de vida envidiable, de hecho si en algo se nota el estado de bienestar es en la cobertura a la tercera edad. Es cierto que si entramos en materia hay pensiones muy bajas y gente sola, pero no es menos cierto que los mayores desamparados se cuentan con los dedos de la mano. La realidad es que muchos se sienten seguros, y eso les ayuda a desinhibirse y ser felices, porque creo que no hay forma de vivir más feliz que pudiendo comportarse como un niño.
Creo que deberíamos esforzarnos para impedir que en nombre de la crisis, o cualquier falacia oportunista, venga algún politicucho a tocarnos la cobertura de los mayores.
Eso es evidente, pero ¿que la protección a nuestros mayores es buena? y no me salgas con lo de: «pues yo recuerdo que antes…». Pienso que la tercera edad, es uno de los sectores más desfavorecidos de la población, condenado al ostracismo y en muchas ocasiones al «quédate en el asilo y no molestes», en muchos casos el dolo no es de la administración, sino que este proviene de sus propias familias, esto también es cierto. Sus pensiones son paupérrimas, intenta vivir con 500 euros al mes y luego me cuentas y faltaría mucha más gente que se ocupase de ellos, ya sea en sus casas, en los centros de salud, guiándolos, en definitiva, cubriendo una contingencia, como es la vejez, que es un fenómeno vasto, que no se puede cubrir simplemente con una paga a final de mes.
Si bien lo de la ley de la dependencia supuso un avance importante a mi juicio, falta mucha inversión en estos planteamientos progresistas.
Si algo he aprendido en este tiempo en la administración, es que una cosa es la publicidad (esto es, decir que vamos a pagar prestaciones) y otra bien diferente realmente hacerlo.
De todas maneras, lo que pretendía reivindicar en este post, es precisamente la desprotección no sólo de este grupo social, sino de todos nosotros.
Saludos amigo!